lunes, mayo 04, 2009

Trivialidades, Bodas y Waffles

Esto ocurrió varios años antes de la muerte de Cerrado. Es una de las tantas anécdotas dignas de contar. En esta no pasa nada raro o sobrenatural, no hay gente hablando sola, ni cadáveres que hablan. Es solo algo trivial, típico de nosotros. Enjoy.



El novio no dejaba de moverse. No tengo ultra visión ni nada por el estilo, pero juro que vi desde el otro lado de la iglesia como se le saltaba una vena en la frente. Mi naturaleza neurótica me tenía a mi más estresada que a la misma novia. No contestaba al celular, como era su costumbre. Volví a intentar. Tono de marcado... Nada.

De nuevo. Tono... y vaya! Por fin contestó. Su voz se escuchaba calmada, pero con un pequeño ápice de nerviosismo.

- Wey, la cagas. Tu propia boda!

- Mames, el tráfico está cabrón.

- Me vale, es tu pinche boda y yo estoy peor que novia de rancho que se comió la torta antes de tiempo.

- Haha, mamona...

- Tu wey! Apurate que se te va el novio!

- Si si si, ya voy! Nos vemos en diez.

- Ok... Y Lietza...

- Mande...

- No intentes huir.

Colgó con una risilla. Guardé el celular habilmente entre los dobleces de mi vestido y me acomodé el outfit por centésima vez. Ni siquiera en mi propia boda había estado tan nerviosa.

Lietza siempre había dicho que yo era el tipo de personas que conseguría un novio en la universidad, duraríamos toda la carrera y después nos casaríamos. No se equivocó. Era perfecto, todo tan perfecto que hacía que mis ojos saltaran fuera de sus orbitas. Como dicen en inglés? Ah si si, my eyes popped out!

Me asomé por la puerta. Recorrí con la vista a todos los invitados sentados en las incómodas banquitas de la iglesia. Algunos moviendose incómodos, otros dormidos, y unos cuantos (del lado de la novia) platicando y bromeando. Decidí revisar al novio, solo par asegurarme de que ahi siguiera. Nuestras miradas se encontraron justo en el centro. El me miraba parte desesperado, parte deprimido, y una parte, la mas grande de las tres, era como de locura y rabia.

Mi mirada fue un "Lo siento" débil. Del otro lado, sentí la mirada furiosa de la Morsa, el papá de Lietza, sobre mi. Probablemente pensaba que su hija había decidido escapar y que yo la estaba encubriendo. Cerré la puerta antes de que alguien más me mirara feamente.

Me di media vuelta, y ahí vi a Mago, en una esquina, hecha un manojo de nervios, llorando histéricamente.

- Y que pasa si le pasó algo, Marie? Qué hacemos!? Yo no quiero decirle al novio que ya es viudo antes de ser casado! No puedo! Como le digo: Hola, que crees, Lietza se murió y dce que no va a venir!?? No no no no... - gemido y luego palabras que no entendí - muerte!

- Mago cál-ma-te!¬¬ Te necesito entera para esto. No me puedes dejar sola. Respira!

En eso, como trueno, sudando y temblando de exitación, entra Lietza al recibidor.

- Maquillaje exprés!

Le caimos encima como buitres, pero el resultado no fue un cadaver descarnado y deforme. Era... hermoso, mi creación más mágica. Mi Opera Prima. Mago balbuceó algo que no entendí, como de costumbre, y sin más, la empujé por la puerta hacia el pasillo.

La marcha de Wagner comenzó a sonar mientras la gente se volteaba para ver. Mago seguía lloriqueando. La Morsa estaba más roja que de costumbre. Mientras caminaba con las demás damas, entre las caras de los invitados pude distinguir a unos cuantos buenos amigos. Luego, a personas que no creí ver ahí. Me reí para mis adentros y seguí caminando.

Fue una ceremonia larga, lenta y un poco cursi. Fue una buena boda.

A la salida de la iglesia, Felipe y Rafa estaban en muy buena disposición con el arroz y se lo arrojaron a Lietza a la cara con más fuerza de la necesaria. El recién esposo los miró con ojos de pistola, pero al ver a su esposa reir, se le olvidó todo.

En la recepción, tocó la mejor orquesta. La comida fue excelente. Y la decoración era hermosa. Ahí tuvimos complicaciones ya que Lietza había puesto a mi mamá como encargada de la decoración, pero la gente del salón no compartía la visión bohemia de mi madre de poner una plataforma de plexiglass sobre la piscina para que la gente pudiera bailar sobre ella, mietras por debajo flotaban velas en forma de flores de colores. Era una buena idea, lástima.

Llegó la hora del brindis. Y, aunque Rafa insistía en que no le importaba no haber hablado, tomó una copa (vacía por que ya se había acabado con Felipe las cinco botellas que les habían llevado a su mesa) y se levantó de la mesa.

- Amigosss! - hipo chistoso - amiga - dijo mirando a Lietza con condescendencia y ternura - hoy es tu día. Hoy, eres una mujer. No por que tengas más de quince años - hipo y una mirada nerviosa al novio - tampoco digo que te veas de más de quince años... y tampoco digo que tu esposo sea un pedófilo... Naaaah, para nadaaa! Lo que intento decir, es que hoy eres una mujer, hecha y derecha, indepenfff... indepdddd... perrrrdón... in-de-pen-dien-te-men-te de la noche de bodasssss, y tampoco digo que...

- Gracias Rafa. Ve a sentarte - intenté quitarle el micrófono, pero se aferraba como a su vida misma.

- Una última cosa, mujer- me dijo ofendido y se volteó hacia los novios - Lietza, de todo corazón, chinga a tu madre.

- Si Rafa si ¬¬. - lo mandé a su mesa donde Felipe ya lo esperaba con otra botella de quien sabe que.

Le dediqué a los novios el discurso más lacrimógeno y cursi que pude escribir jamás, desempolvando mis habilidades de blogger que no usaba en años.

Después el discurso del padrino. Felipe también intentó balbucear algo, pero lo dejó por la paz.Y Mago, incapaz de dejar de llorar, no se animó.

La fiesta acabó a eso de las 5am. Lietza y su nuevo marido se habían ido como a las 3am para cambiarse y subir las maletas al auto. En un mismo carro nos fuimos Cerrado, Felipe, Mago y yo hasta el aeropuerto.

Llegamos tarde gracias a que Rafa y yo discutimos por quien manejaría. Al final, como era el Mercedez de Mago, ella lo manejó. Por la seguridad de todos. Al llegar a las salidas internacionales, solo alcanzamos a ver una mano ondeando entre la gente, despidiendose de quien sabe quien. Nosotros nos adueñamos de ella.

Salimos molidos, golpeados, mojados, peleados, ebrios y con los pies hinchados. Nos quedamos los cuatro ahí parados bajo el frío de la noche de Dublin en silencio. Alguien habló. Estaba tan cansada (ebria) que no reconocí muy bien la voz. Creo que fue Cerrado.

Cerrado: Quien - hipo de ebrio feliz - quiere Waffles!??

Felipe: Yyyyoooo!!

Marie: Pero sin plátano,eeeeh! ¬¬

Cerrado: Culera haha!

Felipe: giggle giggle

Mago: No entendí!!

Nos subimos los cuatro al Mercedez y manejamos dentro de la noche hasta encontrar una cocina con wafflera para preparar waffles.

3 comentarios:

ele de Lietza dijo...

no se weii me senti querida por primera vez en tu pinche culera vida xD haha no ia neta:O considera seriamente guardar todo lo q escribes por si alguna vez.. si es q tus hijos sobreviven a tus arranques de locura.. les enseñes todo lo q pasaba por tu marañosa mente. esto se escuchara algo gay, pero lo siento,. con cosas como estas tengo que decirlo.. si yo no fuera yo.. si no fuera niña.. y si tu no fueras tu.. tmb niña o si tu fueras niño i io niña o alrevez .. o algo asi, neta que te rapto y planeo casorio(L) & te beso.. pero que cres HA HA no tienes tanta suerte.. asi q conformate con mis comentarios poco cuerdos de lunes a viernes de 7 a 1, 2 o 3 pm.. y si no es mucha molestia.. invitame a tu casa no wei? haha una palabra: FRUTIBANDA :D

Cerrado dijo...

Lietza de todo corazón:
Chinga tu madre
Hic!

Me, Myself and I dijo...

Jajajajajajajajajaja

Mamaste wey!
Solo te puedo decir eso jajajajaja
M-a-m-a-s-t-e-!

:D :D :D :D :D

Me encanto cerrado en su intento de discurso