Para este tema, voy a usar un cuentecillo viejo que tenía por ahí rondando en este blog.
Claro, como es un post un poco "local", editaré algunas cosas. Enjoy.
Me senté a su lado. Tenía esa cara pálida y sin expresión de siempre, como de muerto. Bueno, ahora ya estaba muerto... No podía etender como lo tenían acostado ahí sobre la cama, tan tieso y apestándose. Toqué su mano larga y blanca. Estaba helado. Su piel se sentía como pasar las manos por una pared de textura rugosa. Quité mis dedos rápidamente de su mano. Sentí miedo de que fuera a despertarse y me agarrase la mano.
Le di la espalda. Verlo ahí tendido, tan muerto, era como punzadas en la parte baja de la espalda. Dolía. Mi amigo, fuera del juego así, antes que todos. Antes que yo. Los ojos me empezaron a picar, como cuando lloro, pero me aguanté. No iba a llorar frente a él.
- Pinche orgullosa, estás sola.
Genial! Ahora me había quedado sin amigo y sin cordura. Escuchaba voces.
- Bueno, estoy yo, pero soy un cadaver así que no creo contar como "alguien".
Me volteé incredula hacia él. Solo pude ver sus pies rígidos. Alucinando, había tenido mucho trabajo en el último mes, la mudanza era pesadísima, y ahora esto, un viaje de diez horas hasta allá. Pero lo valía. Alucinaciones, y cansancio. Eso era todo.
- No estás trabajando de más, cálmate.
Ahora giré por completo el cuerpo para verle la cara. Esto no podía estar pasando.
Y sí, ahí estaba, como siempre. Con su actitud valemadres de siempre, con los brazos cruzados detrás de la nuca, viéndome con su mirada irónica y acusadora de siempre.
- No dirás nada?
Tanto, muchas personas, quisieran una oportunidad como la que se me presentaba a mí, y solo pude pensar en decir:
- No. Pinches. Mames.
- Hey! Ese no es lenguaje de funeral.
Se me salió una sonrisa taciturna.
- Siempre has sido una odiosa.
- Ra- Rafael?
El cadaver volteó sus ojos dentro de sus huecos ojerosos.
- No mames Rafa! Qué miedo! - la voz me temblaba como gelatina.
- La muerte tiene ese efecto en todos...
- No te duele? Digo, estar muerto?
-Humm... No, es como estar flotando en una alberca, pero muuuucho más frío y no tan mojado.
- No es cierto, Rafa, pero, cómo!?
- No lo sé, supongo que dejé muchas cosas pendientes...
Sonrió vagamente.
- Y los demás?
- Siempre pensé que serías del tipo de cadaver que no se preocuparía por quienes llegaran a su funeral...
-No llegaron...
-Claro que si! Rafa, obvio todos vinimos! Bueno, Lili me llamó. Dice que está atorada en el tráfico, pero que no tarda mucho. Ya sabes que ella hasta a su propia boda llegó tarde. Si no hubiera estado ahí para detener a su marido, no hay boda - ladró una risa baja, yo seguí hablando como si hablara con un ser vivo - Felipe está ayá abajo sentado en una esquina, creo que hablando solo o quejandose de no sé que. Mago anda por ahí, dando vueltas, mitad llorando mitad intentando encontrar señal para su celular. Dice que si no cierra este negocio en una hora, te ve en el infierno mañana. Hace rato vi a Héctor, Nacho y a Brian hablando. Y mucha gente que se que aprecias también está aquí.
- Y... ella... vino?
- ... No... Lo siento.
- Ya me lo imaginaba, es más, ni siquiera creo que se haya enterado.
- Cómo no!? TODO el que sepa leer te conoce, Rafa! TODOS tienen al menos un libro tuyo en su casa. Obvio TODOS saben que te fuiste a la chingada!
- Ouch.
- Haha. Perdón - suspiré hondo - Deberías de ver la prensa aglomerada afuera. TODOS aquí por ti. Que emoción!
- Se aprecia tu sarcasmo en situaciones tan oscuras, Marie, gracias. Pero no creo que esten aquí por mi. - se llevó un huesudo dedo a la barbilla en señal de meditación - No, no pueden estar por mi.
- Rafa, no eres tan indie como piensas. Quieras o no, le importas al mundo.
- Tu no eres tan Main-stream como piensas. También tienes tu lado poético y cursi.
- Cabrón.
- Culera.
Nos reímos por un minuto o dos, quien lleva la cuenta cuando se platica con un muerto.
- Y tus hijos?
- Esos hijosdesumadre... no se, golpeando a alguien por ahí.
- Los iré a visitar hoy en la noche, para que no extrañen a su tío Rafa.
- No pinches mames Rafael, te mato a palos.
- Ya no puedes matarme, ya estoy muertooo! Ha-ha! Novata!
Volvimos a reir, yo sin entender bien como podía reir mientras él estaba a instates de ser sepultado.
- Los voy a extrañar. Un chingo. Cuida a Mago...
- Creo que sus millones de euros y guardaespaldas pueden con eso...
- ...y cuida a Felipe, que no se pierda mucho. Amarra bien a Lili, que no se escape. Y tu cuidate, no hagas estupideces. No muchas.
- Te extrañaré. - me incliné a abrazar su cuerpo gélido y delgado. Con un aliento oleroso a muerte me dijo:
- Me estaré cagando de risa de ti desde arriba!
- Entonces intentaré no voltear al cielo muy seguido.
Solté sus huesos por miedo a que en el féretro enterraran puro polvo, nos miramos a los ojos y nos dedicamos sonrisas honestas y limpias, como las que nos regalábamos cuando veíamos películas malas o nos burlábamos de la gente (aún más) estúpida que nosotros.
- Adios, Marie.
- Adios, Rafa.
Me levanté sin más, caminé hacia la puerta y la cerré detrás de mi.
Le di la espalda. Verlo ahí tendido, tan muerto, era como punzadas en la parte baja de la espalda. Dolía. Mi amigo, fuera del juego así, antes que todos. Antes que yo. Los ojos me empezaron a picar, como cuando lloro, pero me aguanté. No iba a llorar frente a él.
- Pinche orgullosa, estás sola.
Genial! Ahora me había quedado sin amigo y sin cordura. Escuchaba voces.
- Bueno, estoy yo, pero soy un cadaver así que no creo contar como "alguien".
Me volteé incredula hacia él. Solo pude ver sus pies rígidos. Alucinando, había tenido mucho trabajo en el último mes, la mudanza era pesadísima, y ahora esto, un viaje de diez horas hasta allá. Pero lo valía. Alucinaciones, y cansancio. Eso era todo.
- No estás trabajando de más, cálmate.
Ahora giré por completo el cuerpo para verle la cara. Esto no podía estar pasando.
Y sí, ahí estaba, como siempre. Con su actitud valemadres de siempre, con los brazos cruzados detrás de la nuca, viéndome con su mirada irónica y acusadora de siempre.
- No dirás nada?
Tanto, muchas personas, quisieran una oportunidad como la que se me presentaba a mí, y solo pude pensar en decir:
- No. Pinches. Mames.
- Hey! Ese no es lenguaje de funeral.
Se me salió una sonrisa taciturna.
- Siempre has sido una odiosa.
- Ra- Rafael?
El cadaver volteó sus ojos dentro de sus huecos ojerosos.
- No mames Rafa! Qué miedo! - la voz me temblaba como gelatina.
- La muerte tiene ese efecto en todos...
- No te duele? Digo, estar muerto?
-Humm... No, es como estar flotando en una alberca, pero muuuucho más frío y no tan mojado.
- No es cierto, Rafa, pero, cómo!?
- No lo sé, supongo que dejé muchas cosas pendientes...
Sonrió vagamente.
- Y los demás?
- Siempre pensé que serías del tipo de cadaver que no se preocuparía por quienes llegaran a su funeral...
-No llegaron...
-Claro que si! Rafa, obvio todos vinimos! Bueno, Lili me llamó. Dice que está atorada en el tráfico, pero que no tarda mucho. Ya sabes que ella hasta a su propia boda llegó tarde. Si no hubiera estado ahí para detener a su marido, no hay boda - ladró una risa baja, yo seguí hablando como si hablara con un ser vivo - Felipe está ayá abajo sentado en una esquina, creo que hablando solo o quejandose de no sé que. Mago anda por ahí, dando vueltas, mitad llorando mitad intentando encontrar señal para su celular. Dice que si no cierra este negocio en una hora, te ve en el infierno mañana. Hace rato vi a Héctor, Nacho y a Brian hablando. Y mucha gente que se que aprecias también está aquí.
- Y... ella... vino?
- ... No... Lo siento.
- Ya me lo imaginaba, es más, ni siquiera creo que se haya enterado.
- Cómo no!? TODO el que sepa leer te conoce, Rafa! TODOS tienen al menos un libro tuyo en su casa. Obvio TODOS saben que te fuiste a la chingada!
- Ouch.
- Haha. Perdón - suspiré hondo - Deberías de ver la prensa aglomerada afuera. TODOS aquí por ti. Que emoción!
- Se aprecia tu sarcasmo en situaciones tan oscuras, Marie, gracias. Pero no creo que esten aquí por mi. - se llevó un huesudo dedo a la barbilla en señal de meditación - No, no pueden estar por mi.
- Rafa, no eres tan indie como piensas. Quieras o no, le importas al mundo.
- Tu no eres tan Main-stream como piensas. También tienes tu lado poético y cursi.
- Cabrón.
- Culera.
Nos reímos por un minuto o dos, quien lleva la cuenta cuando se platica con un muerto.
- Y tus hijos?
- Esos hijosdesumadre... no se, golpeando a alguien por ahí.
- Los iré a visitar hoy en la noche, para que no extrañen a su tío Rafa.
- No pinches mames Rafael, te mato a palos.
- Ya no puedes matarme, ya estoy muertooo! Ha-ha! Novata!
Volvimos a reir, yo sin entender bien como podía reir mientras él estaba a instates de ser sepultado.
- Los voy a extrañar. Un chingo. Cuida a Mago...
- Creo que sus millones de euros y guardaespaldas pueden con eso...
- ...y cuida a Felipe, que no se pierda mucho. Amarra bien a Lili, que no se escape. Y tu cuidate, no hagas estupideces. No muchas.
- Te extrañaré. - me incliné a abrazar su cuerpo gélido y delgado. Con un aliento oleroso a muerte me dijo:
- Me estaré cagando de risa de ti desde arriba!
- Entonces intentaré no voltear al cielo muy seguido.
Solté sus huesos por miedo a que en el féretro enterraran puro polvo, nos miramos a los ojos y nos dedicamos sonrisas honestas y limpias, como las que nos regalábamos cuando veíamos películas malas o nos burlábamos de la gente (aún más) estúpida que nosotros.
- Adios, Marie.
- Adios, Rafa.
Me levanté sin más, caminé hacia la puerta y la cerré detrás de mi.