jueves, noviembre 06, 2008

Letters from Behind the Room: Valse Romantique

Me senté. En la orilla de la cama, como acostumbro hacerlo cuando necesito pensar. Por fin, después de todo este tiempo vagando sin rumbo, encontré un punto muerto. La calle está cerrada, no hay para donde avanzar.

Por parte, es un alivio, descanzar la mente y darle un respiro al alma. Por otro lado, me asusta. Muchos... días estuve caminando, sin rumbo, pero al fin, avanzando. Tenía, si no un objetivo, un fin. Ahora, lo que primero parecía una revelación, no es más que un calvario.

Pienso que, después de todo, no eres tan patético. Al menos, todo mi enojo hacia ti me daba algo para luchar. Pero el enojo se fue, te olvidé, te superé. Y ahora, no me queda nada. Ni ira, ni amor, ni reencor, ni decepción. Me quedé sin camino, sin rumbo y sin ti. Solo tengo una pila de libros en un rincón junto a mi cuarto y miles de memorias tuyas arrumbadas en un buró junto a mi cama.

Aquí, sentada, contemplando la calle cerrada, me doy cuenta que no hay más que regresar. A donde, no se. Como, no preguntes. Aún no entiendo muy bien, si debo regresar a ti o no, pero se que seguir avanzando es imposible.

Talvez tu eres mi avanze, talvez tu eres mi punto muerto, mi retorno. Quizá siempre fuiste el carril contrario en mi avenida, le das sentido a mis divagaciones. Si tan solo no fueras tan igual a mi. Ibamos tan rápido que muchas veces colisionamos, a máxima velocidad, como dos supernovas. Y a pesar de todo, a pesar de la intensidad y de la velocidad y la fuerza y la fricción, era como un Valse Romantique para mi, todo ese movimiento, a tu lado, mi Valse Romantique.

En verdad, tu eras mi Debussy.

No lo sé. Es extraño. Al alcanzar la altura máxima cuando vas de subida, llega un momento cuando ya no queda más que bajar. Simple física, verás.

Sigo sentada aquí, con los pies descansados y los brazos helados. Quisiera seguir caminando, pero el piso es demasiado frío, y no tengo calcetines. De todos modos, si lo que me queda es regresar, supongo que puedo esperar, no? Total, ese paisaje ya lo vi en mi camino hasta acá, y pues, en este lado de la calle las banquetas son mas seguras.

No hay comentarios: