viernes, mayo 01, 2009

Queso Caducado

Me giré sobre la cama y choqué contra algo. Un cuerpo. Este pasó un lago brazo sobre mi tronco y me dijo algo como, "vuelve a dormir" con una voz grave y reconfortante.

Después me levanté y me asomé a la ventana. Un hombre parado en la esquina me saludó. Volteé a ver la cama, y la persona que estaba ahí había desaparecido.

La mañana siguiente, fui al aeropuerto. Era de madrugada. Ahí conocí a un tipo que intentó ser amable conmigo, pero mi naturaleza me hizo ser mal pedo con el. Abordamos el avión, el cual casi se cae. Llegamos al aeropuerto de Londres y ahí tomé un taxi, ya que nadie me pasó a recoger.

Llegué a un edificio enorme y blanco, con una puerta negra gigante. Intenté abrir pero nadie contestó a mi llamado. Esperé ahí sentada un buen rato. De repente, llegaron tres carros, todos negros y brillantes. Era obvio que el segundo carro, que iba entre dos camionetas, era el importante. Se abrió la ventanilla automática y una voz de mujer salió de el. Me dijo que subiera al auto y que mi papá nos esperaba en otro lado.

Obedecí y me llevaron a otro edificio más grande aún, con rejas eléctricas y muchas cosas extrañas. En el reibidor me encotré con un wey que al parecer ya me conocía. Habló, habló y habló hasta que la misma mujer rubia del auto me llamó. Entré a un despacho y ahí estaba el Primer Ministro de Inglaterra, un hombre de edad, poderoso a simple vista y también muy bonachon. Me ofreció una taza de té, pero se la cambié por café. Entró a la habitación con una charola el mismo tipo del aeropuerto. Sin querer casi hago que pierda su trabajo.

Minutos después llegó mi papá todo golpeado con una historia de como había caido en la ducha, algo típico de él, así que nadie más hizo preguntas.

Fuera del despacho del ministro, tuve un encontronazo con el wey ese del aeropuerto y del café, que resultó llamarse ___. Luego fui a casa con mi papá.

De repente, todo estaba cubierto con nieve y hacía un frío de la chingada. Llamaron a la puerta, abrí y era ___, me dijo que tenía que ir con él, que habían descubierto que era un clon y que su papá (el ministro) estaba en peligro.

Nos subimos a un carro y salimos hechos la madre. Nos venían persiguiendo unos tipos. ___ se estacionó y nos internamos en el bosque. Perdimos a los que nos perseguian, pero también nos perdimos nosotros. Ahí muertos de frío, yo de miedo, en pleno bosque, confesamos abiertamente nuestro amor.

No tengo idea de como salimo del bosque. Llegamos a un laboratorio donde vimos como todo era una conspiración para que los demás países ya no tuvieran que comprar petróleo de México (hahaha), asesinando al representante de Pemex internacionalmente (osea mi papá... que diantres!?). No entendí que tenían que ver clones con todo esto pero bueeeenoo... El ministro no estaba en peligro, era parte del plan.

Nos encontraron. Se llevaron a ___ a no se donde y el chiste es que casi morimos todos pero a la hora, el clon defectuoso de ___ hizo explotar todo. Solo me salvé yo.

Pasó el tiempo. Fui a visitar las tumbas de ___ y de mi padre. Después desperté y me bajé a desayunar.



Diablos, no vuelvo a ver el Extraño Mundo de Jack antes de dormir... eso... o no vuelvo a hacerme sandwiches con queso de dudosa procedencia.

1 comentario:

Beto dijo...

jajaja con razón dicen que cenar mucho es malo