Nunca me he tomado muy en serio eso de morirse y no regresar jamás. He estado cerca de la muerte, la he visto actuar, sin embargo no alcanza a impactarme como a los demás. Claro que he tenido pérdidas, y personas muy cercanas a mi las han sufrido peores que yo, he estado con ellos, he sentido y he llorado. Pero sigo sin entender, sin comprender la naturaleza de irse y dejar a todos atrás. Supongo que es inútil intentar entenderlo a fondo, dudo que alguien lo haya hecho.
Tampoco ha sido un tema de mucho interés en mi vida, no paso noches sin dormir preguntándome a donde diablos vamos a dar una vez que nos declaran muertos. Si, es cierto que juego mucho con la muerte, hablo y me burlo de ella. Escribo aquí en mi blog historias de sepelios y testamentos, pero solo con fin de entretener y, más que nada, entretenerme a mi misma.
Sencillamente lo tomo de donde viene, todo en esta vida se debería tomar así. Y que irónico resulta que dos conceptos tan opuestos, tan antónimos, vayan siempre de la mano. Qué es la muerte? Qué es la vida? Cuándo se nos considera muertos? Cuándo es que uno realmente está vivo? Nacer es el comienzo de la vida? Morir es el comienzo de la muerte, o es el fin de la vida? Quizá es solo una extensión de la vida. Una vida más espiritual, menos interesada, ligera. Esto si se los pregunto, y no por que me interese saberlo, simplemente por que he visto muertos más alegres que muchos vivos que conozco. Y hay vivos que en verdad no deberían partir...
Hace poco una persona me dijo "Nadie debería morir". Y nunca pude estar más de acuerdo y en desacuerdo con alguien al mismo tiempo. Como ya expresé arriba, hay personas que nunca deberían dejar de ser. Pero, si así fuera, como sabríamos de su grandeza? Por que, seamos sinceros, y aunque sea un cliché, nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Yo soy de la idea de que extrañar es aceptar que alguien se ha ido, y si se extraña, siempre se piensa en esa persona. Y al recordar a una persona, se recuerdan los mejores momentos, las mejores cualidades. Así vemos siempre su grandeza.
Yo no soy quien para decir si alguien merece morir, pero honestamente, nosotros mismos sabemos quien vive para bien y quien para joder a los demás. Nosotros mismos sabemos la vida que llevamos y conocemos lo merecido.
Todo se reduce a como vivimos. De acuerdo a esto, encontraremos el como moriremos. En lo personal, he estado en situaciones "peligrosas", por así llamarles, pues en esta vida ya nadie sabe si es más peligroso vivir o morir y ya, y en todas esas veces he estado satisfecha. No es que ya desee morir y claro que existen aún muchísimas cosas que me encantarían hacer, lugares por ver, personas por conocer, cosas por escribir, gente por besar. Aún hay gran parte del mundo que no me he comido. Pero si he estado firme ante el umbral del fin de la vida y regresado por circunstancias distintas, no he tenido remordimientos. Quizá dudas, preguntas sobre lo que me espera, de que pasará después de que me haya ido.
A la muerte no se le debe temer. Debe existir sin embargo una conciencia clara y personal del concepto individual de esta. El mio, y siempre lo dejo en claro, es vivir rápido, disfrutar. Por que no vaya a ser que me muera joven, sin haber sentido, sin haber vivido. Prefiero morir joven y conocedora. Y si así es, seré un cadáver lleno de vida.
3 comentarios:
Muy interesante reflexión. Comparto es sentimiento de no temerle a la muerte y no angustiarme por lo que me falta por vivir, Es chingón poder decir que lo que hemos vivido, lo hemos aprovechado y disfrutado.
CHINGÓN
sobre el binomio vida/muerte hay fragmentos viejísimos de Heráclito de Efeso.
Él decía que sólo se entiende una cosa mediante su contraria... y que, al final, ambas eran dos lados de una misma cosa.
En lo de vivir rápido... :D es como "El mito de sísifo" de Camus. Él apuesta por quitarle el sentido a la vida, dejando un vacío que puede ser llenado por cada quien de la manera que más le plazca.
Me recordó tu texto a una referencia que hace él a Don Juan Tenorio. saludos.
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