jueves, enero 08, 2009

No mamar.

Estoy sentada justo en medio de la cama de mis papás. Grande, cómoda. Estoy sola en la casa, luces apagadas, puertas cerradas. Prendo la televisión, una pantalla Sony Bravia LCD de 42 pulgadas, teatro en casa, ya te imaginarás como se ve y se escucha esto.

Comienzo con el zapping, ya van 430 canales y no hay nada bueno que ver. Por el 450 me topo con Zodiac, buena, pero ya la vi, además va muy lenta. Sigo cambiando de canal y llego al 470.

Hay una señora joven y rubia caminando por las calles de una ciudad en aparente paz. Comienza a nevar. La mujer esta buscando a su hija, la llama a gritos. De repente, la niña aparece cruzando la calle y desaparece detrás de una esquina. La señora corre detrás de su hija y la sigue hasta unas escaleras. La nieve no es nieve, son cenizas que no dejan de caer del cielo. Comienza una sonar una sirena, como las de las pruebas nucleares. Entra a un lugar oscuro, sucio y muy feo.

Empieza a caminar, hay basura en el piso, partes de lo que parecen ser... humanos? La sirena ya no suena en el fondo. De pronto todo es silencio. En una reja hay algo colgado, parece un hombre quemado. La mujer se acerca para ver mejor. La cosa tiene algo en la cabeza, como un casco, y por uno de las aberturas para los ojos, mueve su horrible pupila roja y clava la mirada en ella. De la nada, aparece una cosa gris con llagas se le acerca y comienza a gritar muy fuerte, como sufriendo. Parece que es un niño... quemándose? La cosa la sigue y ella comienza a gritar. Muchos otros niños grises salen y la persiguen por la oscuridad. Ella solo grita y corre. Cae al piso y los monstruos la atacan.

Le cambio de canal a Zodiac, no mamar, no voy a dormir hoy.

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