Te odio. Eso me digo todas las noches cuando apago la televisión y me quedo a oscuras. Te odio por irte, por dejarme, por ser como eres. Me lo digo en las mañanas cuando me veo al espejo y me doy cuenta cada vez más de que nunca podré ser como antes. Te odio por hacerme lo que soy, por no preguntar por mi, por no llamar.
Te odio y odio el teléfono, pero odio aún más que no llames, y odio que pase días sin sonar. Te odio cuando te pienso y cuando te sueño, no puedo evitar matarte. Odio llorar al verte muerto y te odio por eso. Te odio tanto y es tan, pero tan triste.
Te odio cuando me da frío, cuando no entiendo una película, cuando hace calor. Ahora amo la lluvia y el sol se ha vuelto mi enemigo. Te odio, a ti y a tu recuerdo. Odio tu fantasma que no me deja, te odio por ser el único que nunca se ha ido, en esencia. Te odio por la sonrisa que Dios puso en tu rostro, y por lo mucho que debes de amar a alguien a estas alturas.
Odio tu departamento y a tu roomie, odio tu ciudad, odio tu acento, odio tu distancia. Solo quiero poder dormir hoy, un día, odiandote tranquila. Solo pido eso, una noche.
Te odio por que eres inodiable y por que me resulta más fácil odiarte que seguir amándote. Odio que seas tan... tan... perfecto, odiablemente inodiable. No se como describirlo.
Te odio por ser la única persona que ha tenido un efecto en mi. Te odio, te odio, y ojalá mueras de influenza o de algo así.
2 comentarios:
Yo quiero odiar lo inodiable. :/
"Te odio por ser la única persona que ha tenido un efecto en mi."
Que cosas. Muy bueno marie.
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